Escuela de Posgrado
Universidad César Vallejo
Programa de Doctorado en Educación
Estudiante: Mg. Samuel Ancajima Mena
Se define
la comprensión lectora desde la visión contemporánea que la concibe como un
proceso comunicativo. Asimismo, se explica los factores condicionantes, los
niveles de procesamiento lector, así como las diversas estrategias que pueden
utilizarse en el aula para lograr una adecuada comprensión.
Concepción de la comprensión lectora
Como
su nombre lo indica, el enfoque interactivista de la comprensión se basa en la
interacción que se da entre el lector y el texto, lo cual permite la creación
de un nuevo significado que trasciende lo explicitado en el texto y los
conocimientos previos del sujeto que lo lee.
Los
principales defensores de estas teorías según Cairney (1992) son Rosenblatt
(1978), Shanklin (1982), entre otros. Estas teorías intentan, pues, trascender
el papel del lector y el texto (como conjunto) en la construcción del
significado de este último.
“La
lectura se concibe como un acto transaccional en el que autor y lector crean un
significado que es obra de ambos, no sólo del autor” (Salazar, 1999: 28). De
este modo, la comprensión del texto solo se alcanza a partir de la
interrelación entre lo que el lector lee y lo que ya sabe sobre el tema, por lo
que el proceso de lectura comienza cuando el lector, antes de leer el texto,
plantea sus expectativas sobre lo que va a leer: tema, tipo de texto, etc.
Como
se ve, este modelo afirma que es el autor el que toma la iniciativa en el
sentido en que aporta los elementos para una comprensión potencial del
significado del texto. Si bien el proceso de comprensión es guiado por la
estructura del texto, no está totalmente controlado por ella, pues el lector
aporta sus conocimientos y experiencias anteriores, así como sus esquemas
cognoscitivos. De ahí que el conjunto de conocimientos previos que posea el
lector en relación a la información contenida en el texto que lee sea un factor
de suma importancia para el logro de una adecuada comprensión del mismo.
Ahora
bien, la contribución que el lector hace para llegar al significado de un texto
es posible gracias a los esquemas mentales que posee. Así, bajo la perspectiva
de la teoría de los esquemas, la lectura comprensiva puede ser definida como el
proceso por el cual el lector es capaz de analizar, relacionar y sintetizar el
contenido de un texto escrito gracias a su capacidad de operar activamente
desde diversos esquemas acerca de aquello que lee, identificando sus
planteamientos, sus nexos lógicos y vínculos estratégicos (Cárdenas,1999).
Este
modelo interactivo admite, entonces, múltiples interpretaciones acerca de un
mismo texto e incluso contempla la idea de que el lector comprenda algo quizás
muy diferente de lo que el texto se proponía aportar, de acuerdo a las
intenciones del autor. El modelo interactivo propone, pues, un nivel de
comprensión que va más allá de lo meramente literal o inferencial, alcanzando
un tipo de comprensión reflexivo y crítico, dependiendo del esquema cognitivo
que posea el lector. Del mismo modo, tal como lo menciona Cabrera (1994) se da
lo que se denomina la lectura creativa que conlleva la reacción y la actuación
posterior del lector una vez realizada la lectura, de manera tal que su
resultado es el desarrollo personal y social del individuo puesto que produce
cambios en su punto de vista, actitudes, sentimientos y conductas.
2.1.1.
Visión contemporánea de la comprensión lectora
La
visión contemporánea acerca de la comprensión lectora se basa en una ampliación
del modelo interactivo o transaccional y aúna las teorías del procesamiento de
la información ascendente y descendente. La primera se refiere básicamente al
logro de la comprensión sólo a partir de la información contenida del texto;
mientras que la segunda hace alusión a la importancia exclusiva del conjunto de
conocimientos previos que el lector trae consigo al momento de leer.
Según
Solé (2000) cuando el lector se enfrenta a un texto, sus rasgos componentes
despiertan en él expectativas a diferente nivel (letras, palabras...) de tal
manera que la información procesada en cada uno de estos niveles funciona como
un input para el nivel siguiente, de esta forma y gracias a un nivel
ascendente, la información se propaga hacia niveles cada vez más elevados. De
forma simultánea, y dado que el texto despierta expectativas de nivel elevado
(semántico, sintáctico), éstos funcionan como hipótesis que buscan en los
niveles inferiores su verificación, por un procedimiento descendente.
Para
terminar este apartado, cabe aludir las características mencionadas por Pinzas
(1995), que servirán como un resumen de las ideas centrales propuestas por la
visión contemporánea del modelo interactivo de lectura.
a)
La lectura como construcción
La
lectura es vista como un proceso a través del cual el lector va armando
mentalmente un “modelo” del texto dándole significado propio o una
interpretación personal. Así, al leer las personas reaccionan frente al texto
imaginando e interpretando o construyendo una idea acerca de su posible
significado. Esta construcción necesita, pues, una buena comprensión literal de
lo que el texto explícitamente propone lo que, a su vez, posibilitará la
elaboración de lo implícito.
b)
La lectura como interacción e integración
La
lectura es interactiva porque la información ofrecida por el texto y el
conocimiento previo del lector se relacionan para producir un significado
particular. La tarea del lector estará orientada, por consiguiente, a
interpretar, completar, determinar o proporcionar el significado del texto. De
allí la importancia no sólo de la presencia de los conocimientos previos del
lector pertinentes al texto, sino que su adecuado uso en el proceso de
construcción e integración del significado.
c)
La lectura como interacción entre fuentes de información
A
fin de lograr una adecuada comprensión en términos de decodificación e
interpretación del texto, es necesario que en la mente del lector interactúen
sus diferentes fuentes de experiencia e información referidas más que nada a
sus conocimientos acerca de la ortografía, la gramática, el léxico, la
sintaxis, la semántica y la pragmática.
d)
La lectura como proceso estratégico
Pinzás
(1995), alude a la necesidad de un “lector flexible”, en la medida en que
aprende a adaptar su propia lectura tanto de acuerdo a sus propósitos o metas
para leer, como según la naturaleza del material, su familiaridad con el tema,
el género literario y según esté comprendiendo o no lo que lee.
Es
por ello importante que el lector posea un bagaje de conocimientos previos, no
sólo acerca del contenido del texto que va a leer, sino también a los
diferentes tipos de texto existentes y las características que presenta cada
uno de ellos.
e)
La lectura como proceso metacognitivo
Esta
característica alude a la capacidad que tienen los lectores diestros de
controlar su lectura y ser, al mismo tiempo, conscientes de ello exhibiendo,
así, destrezas metacognitivas. De esta manera, los buenos lectores saben
evaluar su propio conocimiento o habilidades con respecto a la demanda de la
tarea y saben guiar su comprensión y desarrollar estrategias correctivas cuando
ésta falla.
Cabe
mencionar que la metacognición en la lectura es sumamente importante en la
medida que permite al lector detectar y compensar aquellos fallos o errores
presentes en el texto que pueden impedir su comprensión.
f)
La lectura como proceso automático Para poder comprender, el lector debe
dominar los procesos básicos, tales como la decodificación, al punto que dichos
procesos se vuelvan automáticos. Así, resulta de suma importancia la fluidez de
la lectura (entendida ésta como la coordinación del proceso de descodificación
con el proceso de comprensión).
La
automaticidad de la decodificación permite que tan pronto como el lector ha
visto una parte de la palabra, adquiera una posible interpretación de ella.
g)
La lectura como aprendizaje continuo El proceso lector mejora con la práctica,
por lo que es importante una lectura continua orientada siempre con el
propósito de aprender. De ahí la importancia de la práctica de la actividad
lectora desde temprana edad, pues solo de esta manera el niño se va
acostumbrando a leer, primero por obligación y paulatinamente, por placer. De
este modo, cuando llegue a la adolescencia, valorará la importancia de la
lectura y cómo esta actividad favorece su conocimiento y comprensión sobre
diversos tópicos de cultura general.
Niveles de procesamiento lector
“La
lectura conceptualizada como una actividad humana, es compleja y profunda.
Involucra la totalidad del pensar, en sucesivas asociaciones mentales y en
funciones analíticas, sintéticas y valorativas” (Barrios, 1990: 16). El proceso
lector implica, pues, una variedad de operaciones mentales y, por ende, niveles
de procesamiento que posibilitan, a su vez, una adecuada comprensión.
El nivel
de procesamiento más simple es el perceptivo y el más complejo es el semántico,
puesto que, en éste, finalmente, se logra la construcción del significado. Sin
embargo, hay otros niveles intermedios (léxico y sintáctico) sin el cual no
sería posible dicha construcción. Cabe mencionar que, si bien son
jerarquizados, muchas veces estos niveles se dan a la par, pero siempre están
orientados a lograr un adecuado nivel semántico. Basándose en ello, Cuetos
(1996) afirma que el sistema de lectura está formado por varios módulos
separables relativamente autónomos, cada uno de los cuales se encarga de
realizar una función específica. De este modo, se distinguen cuatro módulos o
procesos:
•
Procesamiento perceptivo: Los mecanismos perceptivos presentes en nuestros
sentidos extraen la información gráfica presente en la página del texto y la
almacenan durante un tiempo muy breve en la denominada memoria sensorial o
icónica. La información más relevante pasa luego a una memoria más duradera
denominada memoria a corto plazo, desde donde se analiza y se reconoce como
determinada unidad lingüística.
•
Procesamiento léxico: Una vez identificadas las unidades lingüísticas, el
siguiente proceso es la asociación de dicha unidad con un concepto. Para ello,
se dispone de dos vías: 1) conexión directa del significado con los signos
gráficos y 2) transformación de los signos gráficos en sonidos utilizando esos
sonidos para llegar al significado.
•
Procesamiento sintáctico: El lector dispone de unas claves y reglas sintácticas
que indican la manera como pueden agruparse las palabras en frases y oraciones
y hacen uso de este conocimiento para determinar la estructura de las oraciones
particulares que encuentra.
•
Procesamiento semántico: Después de haber establecido la relación entre los
componentes de la oración, el lector pasa a extraer el mensaje de la oración
para integrarlo a sus conocimientos.
Realidad problemática
En
este aspecto básicamente lo que caracteriza la problemática de los estudiantes
de Ingeniería Pesquera Acuícola es la dificultad en la atención controlada
frente a la automática, es decir, presentan mayores problemas en adaptar una
tarea a nuevas consignas y mantener un buen rendimiento cuando la tarea es
compleja. Igualmente presentan dificultades en procesar varios estímulos de
manera simultánea pues, les resulta difícil distinguir los estímulos relevantes
de los irrelevantes y de atender aquellos que aparecen con una frecuencia
lenta. De ahí sus problemas en mantener la atención de forma continua y de
aprender y recordar lo aprendido, puesto que procesan la información de manera
muy superficial. Por otro lado, suelen presentar también estilos de
procesamiento cognitivo inadecuados para el aprendizaje universitario, por lo
que les cuesta trabajo organizar la información recibida.
Del mismo modo, como
ya se vio con anterioridad, presentan dificultades en la comprensión y fluidez
lectora, ya que frecuentemente comenten omisiones en la lectura (“ignoran o no
visualizan palabras o letras”), originando una comprensión lectora deficiente.
Resultados esperados
Con
el desarrollo de una investigación metódica y sistemática, se espera que los
alumnos logren mejorar su nivel literal, inferencial y reflexivo- crítico de
comprensión lectora, comparando los puntajes obtenidos en el pre- test y el
post- test.
Esta
mejora posiblemente se alcanzará en la medida que las estrategias aplicadas
durante las sesiones del proyecto permitan descubrir y aplicar nuevas técnicas
de comprensión lectora, ya que como menciona Solé (2000), las técnicas y los
procedimientos aplicados antes, durante y después de la lectura propician la
formación de lectores autónomos, capaces de desarrollar estrategias que les
permitan mejorar su proceso lector. Asimismo, las actividades relacionadas con
la discusión en clase sobre los temas presentes en la lectura fomentan las
habilidades inferenciales por parte de los alumnos, así como su capacidad de
reflexionar críticamente.
Bibliografía
Barrios, Ruth (1990) Lectura y adolescentes Lima: Concytec
Cabrera, Flor (1994) El proceso
lector y su evaluación Barcelona: Laertes
Cairney, Trevor (1992) Enseñanza
de la comprensión lectora Madrid: Morata
Cardenas, Manuel (1999) De la
lectura comprensiva a la organización del aprendizaje Lima: instituto de
pedagogía popular
Cassany, Daniel (1998) Didáctica
de la lengua Barcelona: Ed. Graó
Cuetos, Fernando (1996) Psicología
de la lectura Madrid: Editorial Escuela Española
Orjales, Isabel (1999) Déficit de
atención con hiperactividad Madrid: ciencias de la educación preescolar y
Especial
Pinzas, Juana (1993) Cognitive
monitoring in reading comprehension Nijmegen: Universidad Catolica de
Nijmegen
Pinzas, Juana (1995) Leer
pensando. Introducción a la visión contemporánea de la lectura Lima:
Asociación de Investigación Aplicada y Extensión Pedagógica Sofía pinzas
Salazar, Silvana (1999) Hábitos de
lectura Lima: Instituto del Libro
Solé, Isabel (2000) Estrategias de
lectura Barcelona: Graó
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