Las
epistemologías científicas tienen por objetivo exclusivo la explicación del
conocimiento científico y no encaran más el conocimiento en general, ya sea
porque consideran el conocimiento científico como el único posible, o bien
porque se especializan en interpretarlo en sí mismo.
Encontramos
en esta definición la diferencia fundamental entre lo que aquí llamaremos
propiamente epistemología y lo denominado teoría del conocimiento.
En
el caso de la epistemología, el interés está dirigido a las condiciones del
conocimiento válido en las ciencias contemporáneas, mientras que para las
teorías del conocimiento el interés es general a cualquier forma del
conocimiento, o aun específicamente a formas de conocimiento no científicas.
Mientras
que las aquí llamadas teorías del conocimiento parten del análisis de una
ciencia en particular para postular los principios del conocimiento en general,
las epistemologías nacen dentro de una ciencia, no parten de ella constituida,
y permanecen dentro de sus límites estudiando sus particularidades
epistemológicas.
El
análisis epistemológico, constituye entonces una herramienta de carácter
intelectual que tiene el objetivo de aplicar, en forma general la epistemología
al estudio de la información científica, y de manera más específica tiene por
objetivo establecer las condiciones necesarias y suficientes para la
reconstrucción, la producción y la creación del conocimiento científico.
Se
justifica su uso al determinar fundamentalmente el grado reproducción o
generación de conocimiento científico, tanto por parte de los autores
estudiados como por parte del investigador. Así mismo su uso facilita la
identificación y clasificación de las diferentes teorías o paradigmas en las
disciplinas científicas hasta ahora existentes. Ahora bien, lo primero que la
epistemología debe ayudar es a esclarecer, ¿cuáles son los objetivos de la
ciencia? ¿Que busca el científico?
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